viernes, 7 de enero de 2011

Inicios de la "Segunda Etapa"

     Hola Gisela: Gracias por tus comentarios, tan sólo me gustaría hacer una precisión...

     "inicia el año 18"...  dado que la "Bitácora... original inició junto con el año 1994, así voy llevando la cuenta del tiempo que en esta travesía (en una segunda etapa) he transcurrido.
     Recuerdo cómo se fueron  gestando los inicios de esa "segunda etapa": Durante la Semana Santa de 1993 comencé a sentir un malestar generalizado que se manifestaba como unas ganas de botar todo (me refiere a mi vida escolar). Pasó ese período vacacional de Primavera pero cuando regresé a la Preparatoria para concluir ese, mi último año escolar. me encontré con que el día me parecía insuficiente para llevar a cabo mis actividades. De repente el tiempo me era insuficiente para atender la obra de Teatro en la que participaba y todos mis deberes escolares. Así que mi último año llevó un "tachecillo"... En la materia de Dibujo Técnico, mi calificación fue "S" = 6.  Ese verano, que recién comenzaba, se caracterizó por una dificultad para recorrer largas distancias, había un momento en el que debía "utilizar la potencia auxiliar" para poder culminar mi recorrido. Hasta que a inicios del Otoño, el primer día de clases en la Universidad, experimenté una baja en la agudeza visual, tanto así que abordé un transporte equivocado...

     Pensé (más bien quise convencerme de que tan sólo había sido una confusión), regresó aquella sensación de ser "un chícharo en una bandeja"... El día no me rendía... Yo estudiaba Diseño Gráfico, y el tiempo no me alcanzaba ... Me dormía muy tarde haciendo trabajos, y debía despertar muy temprano... De pronto mis actividades me extenuaban... Hasta que a principios de diciembre, al asistir a una obra de teatro, tropecé y caí ¡como tabla! Afortunadamente, en esa ocasión, mis heridas fueron solamente para mi orgullo, pues llegué completamente empolvado a mi actividad; y me dí cuenta del mareo que se había instalado en mí... Al llegar a mi casa, mi Mamá y mi Abuelita, al observarme me preguntaron casi al unísono: ¿Te sientes bien? A lo que yo respondí (enmedio de la obnubilación con la que he venido luchando, en un principio; aclarando, en otro momento; y conviviendo, en una tercera etapa hasta el día actual); "Sí, es que estoy borracho", dándome cuenta de lo que contestaba, no pude hacer otra cosa que soltar una carcajada y aclarar: "No, no, lo que sucede es que estoy mareado"... Consulté con el primer médico, quien abrió el defile de especialistas que sobrevendría... El 12 de diciembre comencé ese peregrinar de estudio en estudio, una tomografía, en busca de una "Cisticercosis" http://www.innn.salud.gob.mx/interior/atencionapacientes/padecimientos/cisticercosiscerebral.html

     Pero, he de decir que la primera etapa de la travesía, inició en 1987, meses antes de cumplir 15 años...

     Y dado que he venido haciendo un análisis retrospectivo, he logrado llegar hasta el momento en que un suceso me dejó pensando en su causa...

     Corría el verano de 1982, recién había cumplido 10 años, cuando en un "Curso de Verano", aprendí a nadar. Y tengo muy grabada esa imagen y esa sensación, recuerdo estar de pie en la alberca, cuestionándome sobre la dificultad que sentía para poder dar la patada e impulsarme en el agua...

     Así que si atendemos a este "síntoma", podría decir que llevo en curso 28 años de viaje transcurrido...

     Han venido muchas imágenes a mi mente... Pero he de decir que una constante en los anteriores 18 años, ha sido la Rehabilitación... El ejercicio es parte fundamental de mi vida, en un principio como un "Me servirá para mantenerme en lo que sabemos lo que me pasa"... Y en una etapa "Post Diagnóstica" como la medicina más eficaz para mantenerme en "buen" estado.
     Seguiré con esta reseña de viaje...

     En aquellos primeros días de 1994, una canción me indicaba a qué me enfrentaría yo y me animaba a seguir adelante: http://www.youtube.com/watch?v=S8UJeBR2Rqo  

     ¡Estamos en contacto!


1 comentario:

  1. Hola Eric... Según tus sospechas... No tenía idea de que los orígenes del viaje se remontarán a tu niñez. Cuanta lucidez tienes para los detalles de todas las escalas, y es entendible cuando han sido etapas que te han marcado tanto, solo que tu lo conservas vívidamente, hay otros que prefieren tirar de la memoria algún que otro boletito de peaje, pero sin embargo eres capaz de asumirlo todo con gallardía por el aplomo que percibo con el que lo narras. Al leerte me recordé un poco de los aspectos iniciales de mi lesión, la angustia, la incertidumbre en la mirada de los médicos, las sensaciones, los escenarios, las reacciones, la cobardía y la valentía batiéndose a duelo, y bueno, mientras más nos haces el favor de compartir voy completando pieza a pieza aspectos que desconozco del gran hombre con el que hace algunos años comparto una hermosísima amistad.
    Un abrazo
    Gisela

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